LAS MALAGUEÑAS. Obra maestra del Creador.
Recopilación de textos, comentarios y traducciones de F. J. Albertos.

Una andaluza en movimiento deja atrás el elogio.
(An Andalusienne in motion leaves encomium lagging behind) [C. W. March, Sketches and adventures, New York, 1856]

La belleza de las mujeres de Málaga les asigna el primer rango entre las andaluzas. Hemos observado, en un baile dado por la ciudad al mariscal Soult que, entre ochenta damas de Málaga que prestaron su asistencia, diez eran de tal perfección que esta se habría mencionado en todas las ciudades del orbe, veinte de una belleza casi tan notable y treinta extremadamente guapas; las restantes habían sido guapas o bellas. Sólo se encontraban allí tres damas que no fuesen bellas o guapas, y ellas no eran españolas en nada.
(La beauté des femmes de Malaga leur assigne le premier rang parmi les Andalouses. Nous avons observé, dans un bal donné par la ville à M. le maréchal Soult, que, sur quatre-vingts dames de Malaga qui s'empressèrent de s'y rendre, dix étaient d'une perfection qu'on eût citée dans toutes les villes de l'univers, vingt d'une beauté presque aussi remarquable, trente extrêmement jolies; les autres avaient été jolies ou belles. Il ne s'y trouvait que trois dames qui ne fussent pas belles ou jolies, et celles-ci n'étaient point Espagnoles). [M. Bory de Saint-Vincent, Guide des voyageurs en Espagne, Paris, 1823]

Las mujeres de aquí son, particularmente, de una notable belleza; no se las encontraría mejor en Circasia y no es que, solamente, algunas mujeres de Málaga brillen entre las andaluzas ya de por sí encantadoras, sino que es la población entera; sólo raramente se encuentra una mujer que no sea hermosa o que no lo haya sido.
(Les femmes y sont particulièrement d'une beauté remarquable; on ne trouverait pas mieux en Circassie, et ce n'est pas seulement quelques dames de Malaga qui brillent parmi ces Andalouses déjà charmantes, c'est la population entière; on n'y trouve que rarement une femme qui ne soit jolie, ou qui ne l'ait été). [M. Bory de Saint-Vincent, Collection de résumés géographiques, Paris , 1826]

Y he de celebrar siempre, ante todo y después de todo, el hechizo de la mujer malagueña, indudablemente la primera en hermosura en todo el reino de belleza que es la tierra de España. [Rubén Darío, Tierras Solares, Madrid, 1904]


Mi madre, María Carrasco Sánchez (Estepona, 1919-Zaragoza, 2002) Estepona, 1938

 

 

  Mi prima Tere Montes Carrasco (Estepona, 1940-Málaga, 2003)
Málaga, 1962

 

 

  Mi prima Anita María Narváez Albertos (Estepona, 1928 - Valencia, 2018). París, 1951

 

  Nuestra María Martín Navarro (Málaga, ¤1933). Málaga, 1955

 

Introducción.

Bien temprano, empecé a oir en mi casa, y en las otras donde me metía sin esperar invitación, cuando niño, sobre las excelencias de la mujer malagueña, sin comprender exactamente el alcance de lo que se decía. Seguidamente con el transcurso del tiempo empecé a ver pasar, como si estuviese apostado en el quicio de una ventana imaginaria, un continuo desfile de belleza física, sabiendo apreciar más adelante su entera gracia y salero. Ahora dispongo de un panorama más completo, de todas sus cualidades tanto físicas como morales. Ello está muy bien expresado, en la afortunada frase que las condensa, tomada de un americano:

“Una andaluza en movimiento deja atrás el elogio”
(An Andalusienne in motion leaves encomium lagging behind, C. W. March).

En mis frecuentes paseos por los libros, como si fuera por un jardín, he encontrado muchísimas y variadas referencias particulares a las características de las mujeres de Málaga y, más en general, de las andaluzas. Ejemplos gráficos son las fotografías, que he insertado, correspondiendo todas ellas a mujeres de mi familia, de cuando eran jóvenes muchachas en flor, pero que también podían haberse recogido de otras familias. Y comencé a tomar notas de las características de las malagueñas y, de forma rápida y amplia, se multiplicó el número de libros recogidos que las citaban, como si fuese un souflé, de tal forma que hube de fijarme una fecha para acabarlo, porque de día en día, y constantemente, estuvo aumentando, llevando por ende, camino de convertirse en una Historia interminable, así que lamentablemente tuve que establecerles un límite, para poder acabar este volumen. La mayoría de textos recogidos están referidos al siglo XIX. Así, sin ser una antología exhaustiva, puede verse la extraordinaria frecuencia con que, preponderantemente, los viajeros que escribían, y, los escritores que viajaban, a través de Málaga, y otros, se hacían eco de las impresiones que les producían sus mujeres, siendo un número mucho mayor las positivas que las negativas.

El siguiente reparto recoge la participación de la lengua en que están publicadas las citas recogidas en este volumen:

Inglés: 42,1% (UK, 28,3% - USA, 13,8%)
Español: 29,0% (Esp. 27,0% - Sud. 2,0%)
Francés: 24,3%
Italiano: 2,0%
Alemán: 1,3%
Portugués: 0,7%
Danés: 0,7%

Lo cual confirma la predominancia del inglés sobre las demás lenguas y que sugiere la necesidad de su conocimiento, cuanto más amplio mejor, si se quiere progresar en la adquisición de una mayor y más extensa cultura sobre cualquier género.

Otros autores alemanes están editados en inglés / español / francés y los de otras lenguas: danés, polaco, ruso, sueco, están traducidos a alguna de las lenguas anteriores que se han citado.

Estoy seguro de que, en la correspondiente literatura alemana, debe haber un crecido número de libros que toquen el tema pero mi desconocimiento del idioma no me ha permitido avanzar en esta investigación concreta.

 

Autores

En esta antología aparece el celebrado poeta inglés Lord Byron (Londres, 1788 – Missolonghi, 1824), que le dedica el canto que dice: “Delfos no llegó nunca a contemplar grupo de vírgenes más digno de inspirar cantos de amor que el formado por las hijas de Andalucía, criadas por los deseos seductores”.

El nicaragüense, máximo poeta, Rubén Darío (Metapa [hoy Ciudad Darío], 1867 – León, 1916) expresa su mejor criterio con la siguiente poesía escrita en prosa: “Y he de celebrar siempre, ante todo y después de todo, el hechizo de la mujer malagueña, indudablemente la primera en hermosura en todo el reino de belleza que es la tierra de España.” Indudablemente, como él dice en esta afirmación, así es, y sobre la que, ni tan siquiera, cabe la menor duda cartesiana.

Y el malagueño Narciso Díaz de Escovar (Málaga, 1860 – 1935) desgrana una poesía dedicada a La Mujer Malagueña, que empieza así:

                    La mujer malagueña.

                    “Bendita sea la madre
                    y bendita la tierra
                    y benditas las hechuras
                    de la mujer malagueña”
                   ….

Richard Ford (Londres, 1796-1858), vino a España buscando la salud para su esposa. El éxito de su libro Manual para los viajeros en España y lectores en casa (The Handbook for Travellers in Spain and Readers at Home), le convirtió en el hispanista inglés más conocido. En su tumba está escrito, como epitafio, Rerum Hispaniae Indagator Acerrimus (Investigador acérrimo de las cosas de España).
Dice, de las españolas, como si enardeciese a una multitud para marchar con entusiasmo: “Deje que todos admiremos sus mujeres de ojos negros, tan francos y naturales, a quienes la voz de todas las épocas y naciones ha concedido la palma de la atracción, a quienes Venus ha concedido su mágico cinturón de la gracia y la fascinación”. (Let all admire their dark-eyed women, so frank and natural, to whom the voice of all ages and nations has conceded the palm of attraction, to whom Venus has bequeathed her magic girdle of grace and fascination).

Henry Wadsworth Longfellow (Portland, Maine, 1807 – Cambridge, Massachusetts, 1882), fue un poeta norteamericano. Al describir una hermosa mujer que tenía “la forma de un hada en un sueño de una noche de verano” acaba su relación diciendo: “Ella es andaluza, de Málaga”. (She is an Andalusian, from Malaga), significando que no necesita añadir argumento alguno, ya que la frase lo es en sí misma.

Benjamín Disraeli (Londres, 1804 – 1881) fue primer ministro británico,

Edmond Boissier (Ginebra, 1810 – Valeyres, 1885), botánico suizo, quien vió el pinsapo por vez primera en Sierra Bermeja, Estepona, en la primavera de 1837.

Théophile Gautier (Tarbes, 1811 – París, 1872), poeta y periodista francés, viajó por España, Italia, Turquía, Egipto y Argelia.

Gustave Doré (Estrasburgo, 1832 – París, 1883), fue un gran ilustrador y grabador francés. En su volumen del viaje a España hizo numerosas ilustraciones. Sus dibujos se insertaron en obras de Edgar Allan Poe, Lord Byron, La Biblia, El Quijote…

Hans Christian Andersen (Odense, 1805 – Copenhague, 1875), poeta danés y notable escritor de cuentos para niños: El patito feo, La sirenita, Las zapatillas rojas, El soldado… Viajó por Alemania, Italia, Malta, Turquía, Inglaterra y España. Son notables sus comentarios sobre las malagueñas y sobre Málaga, donde tiene erigida una estatua en lugar principal.

Edmondo de Amicis (Oneglia, 1846 – Bordighera, Italia, 1908), escritor y novelista italiano. Viajó por Marruecos, España y Holanda. Su obra más conocida es Corazón (Cuore). La cita que se adjunta sobre Málaga está extraída de la traducción realizada por Augusto Suárez de Figueroa (Estepona, 1852 – Madrid, 1904), de su libro España (Spagna).

William Somerset Maugham (París, 1874 – Niza, 1965), novelista y dramaturgo inglés, sus obras más conocidas son Servidumbre humana (Of Human Bondage) y El filo de la navaja (The Razor's Edge).

Havelock Ellis (Croydon, 1859 – Hitlesham, Suffolk, 1939), he transcrito enteramente el capítulo III, de su obra El alma de España (The Soul of Spain), porque es la más extensa y mejor descripción conocida de la mujer española, en muchas de sus vertientes.

Gerald Brenan (Sliema, Malta, 1894 – Alhaurín el Grande, 1987), hispanista inglés asentado en Yegén y Churriana. Fue autor de El Laberinto español (The Spanish Labyrinth) y de Al Sur de Granada (South from Granada), donde relata que, sentado en el Parque de Málaga, podía observar el paso de sus mujeres jóvenes.

En el resto de autores hay militares franceses de la guerra de la Independencia así como militares ingleses de guarnición en Gibraltar, aristócratas, botánicos, diplomáticos, marinos de profesión, turistas, etc:
Francis Carter, Atanasio Céspedes y Monroy, Alexandre de Laborde, Sir John Carr, Gaspard de Clermont-Tonnerre (Paris, 1779 – Glisolles, 1865), Major-general Lord Blayney, Baron de Férussac, M. Bory de Saint-Vincent, Conde Giuseppe Pecchio, J. Taylor, Josiah Conder, Henry D. Inglis, Caroline W. Cushing, Walter Colton, Alexander Slidell Mackenzie, Frank Hall Standish, Captain C. Rochfort Scott, George Dennis, William Jackson Hooker, Major Hort, Charles Dembowski, Elizabeth Mary Grosvenor, C. W. Vane, marquess of Londonderry, Elers Napier, Charles Rockwell, Isabella Romer, Captain S. E. Widdrington, Sarah Haight, Francis Schroeder, Moritz Willkomm, Pascual Madoz, Manuel de Cuendias / V. de Féréal, Príncipe Adalbert de Prusia, S. T. Wallis, William Henry Bartlett, G. A. Hoskins, John Esaias Warren, Alexis de Garaudé, José Díaz Valderrama, P. Menière, Manuel Ancizar, Louisa Mary Anne Tenison, Arthur Kenyon, John Overton Choules, Edwin Lee, Blas Molina, Richard Ford, Lady Emmeline Stuart Wortley, Charles Wainwright March, Vassili Botkín (Moscú, 1811 – San Petersburgo), Anatole de Démidoff, John B. Ireland, Walter Thornbury, Anders Robert von Kraemer, J. C. Bruna, Francisco de Paula Mellado, José M. Samper, Gustave Doré / Baron Ch. Davillier, M. Louis Énault, Jakob Kornerup, Arthur de Grandeffe, Emile Carrey, Emilio Lafuente y Alcántara, Charles Monselet, A. Germond de Lavigne, Henry Blackburn, Sabino Berthelot, Henry O'Shea, José Bisso, Samuel Sullivan Cox, John Hay, Reinhold Baumstark, James Aitken Wylie, Alfred Elwes, Pierre Léonce Imbert, Auxais Léziart de Lavillorée, Charles Bertram Black, Adolfo de Foresta, Louise Bourbonnaud, Francesco Varvaro Pojero, Fernand de la Morandière, Frances Eliot, Lucien Boileau, G. von Beaulieu, Valerie Boissier [hermana de Edmond Boissier], Hector France, G. de Saint Victor, J. Tejón y Rodríguez de la Granada, Margaret Thomas, Conde de Saint-Chamans, John Cotter Macdonnell, Miriam Coles Harris, Ramón A. Urbano, Roque Barcia, Antonio Ruiz Mateos, general Bigarré, D. Leroux, Anselmo de Andrade, Claude G. Bower, Hugo Leube, Narciso Díaz de Escovar, Federico García Sanchiz, James Reynolds.

También se recogen artículos contenidos en enciclopedias, diccionarios, guías de viajes y periódicos.

Cantidad de mujeres bonitas.

Uno de los textos, que he seleccionado, en la vanguardia de este libro, es de M. Bory de Saint Vincent, botánico francés y militar de graduación en la guerra de la Independencia, que siempre me ha parecido el más cuantitativo y expresivo sobre las malagueñas: entre ochenta mujeres de Málaga, sólo tres no cumplían con el requisito de ser guapa. Señalando en otro, que: la población entera es encantadora y que sólo raramente se encuentra una mujer que no sea hermosa o que no lo haya sido. Más amplio requiebro no puede encontrarse encaminado a toda la población femenina de una población entera.

… y que hay una gran cantidad de mujeres agradables, amables y bonitas, (et qu'il y a une grande quantité de femmes agréables, aimables et jolies, Gaspard de Clermont-Tonnerre)

Pero las mujeres de Málaga son hermosas, universalmente, (But the women of Malaga are beautiful, universally, Francis Schroeder)

… La concurrencia era numerosa y brillante, lujosamente engalanadas las señoras, sencilla y elegantemente vestidas las jóvenes, no hay que decir si hermosas todas, pues eran malagueñas…, España

No hemos encontrado en ningún país tantas mujeres preciosas como en España, (In no country have we found so many lovely women as in Spain, Sarah Haight.)

Hay mucho de belleza personal entre la población femenina de la comunidad siendo la mayoría vistosas. (There is a good deal of personal beauty among the female portion of the community, and the majority are good-looking, Edwin Lee)

Las mujeres estaban en bastante gran número y noté entre ellas muchas bonitas. (Les femmes étaient en assez grand nombre, et j'en remarquai beaucoup de jolies. Théophile Gautier)

La elegante y hermosa malagueña (las mujeres son allí muy lindas en gran número), José M. Samper.

En ningun país, como en el nuestro, hay ni tantas mujeres bellas, ni tan parecidas. Salvador López Guijarro.

…el recibir en don una flor de oro de manos de una mujer bellísima, bajo las miradas de quinientas andaluzas, al sonido de una música suave y entre el perfume de los jazmines y las rosas, es una alegría mucho más viva y más profunda que la que nace de la gloria verdadera y duradera , (il ricevere in dono un fior d'oro dalla mano d'una bellissima donna, sotto gli sguardi di cinquecento andaluse, al suono d'una musica soave e in mezzo al profumo dei gelsomini e delle rose, sia una gioia anche più viva e più profonda di quella che viene dalla gloria vera e durevole, Edmondo de Amicis).

Volviendo sobre mis pasos me detuve en la Alameda –el paseo público- para admirar a las hermosas señoras que allí abundaban. La fama de las malagueñas no es una fama robada; pocas ciudades tienen, como Málaga, la fortuna de poseer damas tan encantadoras y en tan gran número. (Ritornando sui miei passi, mi fermai all' Alameda , la passeggiata pubblica, ad ammirare le belle signore, che vi abbondavano. La fama delle Malagueñas non è fama rubata; - poche città hanno come Malaga la fortuna di possedere done così vezzose, ed in sì gran numero. Francesco Varvaro Pojero).

Ojos negros brillantes y dulces, blancura mate de la tez, cara de un encantador óvalo, espesa y lujuriante cabellera, labios tan rojos que se les creería manchados de moras, talle fino y pecho deliciosamente atractivo; añadid a esto una exquisita delicadeza de las manos y de los pies cuya curvatura permanece descubierta y tendréis el croquis de … la generalidad de las malagueñas. (Yeux noirs éclatants et doux, blancher mate du teint, visage d'un charmant ovale, épaisse et luxuriante chevelure, lèvres si rouges qu'on les croirait barbouillées de mûres, taille fine et poitrine délicieusement agrémentée; ajoutez à cela une exquise delicatesse des mains et des pieds dont la cambrure reste découverte, et vous aurez le croquis ….. de la généralité des Malaguègnes, Hector France)

Comparativa de las malagueñas.

También la comparación que hace M. Bory de Saint Vincent es soberbia con respecto a otro grupo, patrón clásico de la belleza femenina, como es el de las circasianas, señalando que estas no serían mejores. Y que ellas brillan entre las andaluzas ya de por sí encantadoras.

… ellas [las malagueñas] pasan por ser las más agradables de toda España, (… elles passent pour être les plus agréables de toute l'Espagne, Alexandre Laborde)

… [Malaga] vimos unas de las mujeres más finas de España, Los frecuentes pasos en la Alameda me confirmaron la primera impresión que había recibido, de que las damas de Málaga poseían una decidida superioridad en la belleza de su semblante, sobre las de Andalucía, (beheld some of the finest women in Spain … Frequent evening walks in the alameda confirmed the first impression I received that the ladies of Malaga possessed a decided superiority in beauty of countenance, over those of Andalusia, Sir John Carr).

Ellas [las gaditanas] son célebres sobretodo por sus gracias, como las de Málaga, por su belleza, (Elles sont surtout célèbres par leurs grâces, comme celles de Malaga, par leur beauté, Baron de Férussac)

…las más altas, las más delgadas y las más bellas de España, (… the tallest, slenderest and fairest women of Spain, Conde Giuseppe Pecchio)

La belleza de las mujeres de Andalucía es proverbial en España y, entre las andaluzas, las malagueñas son las que gozan de la mayor reputación. (La beauté des femmes de l'Andalousie est proverbiale en Espagne, et, parmi les Andalouses, les Malagueñas sont celles qui jouissent de la plus grande réputation, J. Taylor)

… esta opinión fue muy bien expresada por una dama francesa en Barcelona, a quién le había hecho notar que las españolas caminan “muy bien”. “Demasiado bien”, replicó ella. (… this opinion was well expressed by a French lady at Barcellona, to whom I remarked, that the Spanish women walked très bien . “Trop bien,” she replied, Henry D. Inglis)

[Malaga] … las mujeres de una notable belleza, son encantadoras, incluso entre las encantadoras andaluzas ([Malaga] … les femmes, d'une beauté remarquable, sont charmantes, même parmi les charmantes Andalouses, Dictionnaire de la Conversation et de la Lecture.)

La belleza de las mujeres de Málaga ha sido elogiada merecidamente; su figura es alta y está bien, pero las caras de las gaditanas son las más bonitas - los ojos de las malagueñas, sin embargo, miran cosas indecibles. (The beauty of the women at Malaga has been deservedly praised; their figures are tall and good, but the faces of the Gaditanas are prettier: - the eyes of the Malaguenan, however, look unutterable things, Frank Hall Standish)

Las granadinas no tienen el porte de las sevillanas, o de las gaditanas, ni aún de las malagueñas, quienes, más bien, son celebradas por la belleza que por la gracia. (The Granadinas have not the carriage of either the Sevillanas, or Gaditanas, nor even of the Malagueñas, who are celebrated rather for beauty than gracia, Rochfort Scott)

Las andaluzas están por delante sobre todas las mujeres de España en cuanto se refiere a la belleza, la gracia y la vivacidad. (The Andaluzas take precedence of all the women of Spain in point of beauty, grace, and vivacity, George Dennis)

… las mujeres son renombradas en todas las partes de España por su gracia y belleza, desenvoltura y humor. (… the females are renowned throughout Spain for their grace and beauty, sprightliness and humour, The Penny Cyclopedia)

Es allí [la Alameda] donde hay que ver a las guapas malagueñas, tan dignas de esta reputación de belleza que las hace distinguirse entre todas las españolas (C'est là qu'il faut voir les jolies Malagueñas, si dignes de cette réputation de beauté qui les fait distinguer parmi toutes les Espagnoles, Edmond Boissier)

Allí [en la Alameda] las bonitas malagueñas aparecen con gran ventaja y demuestran su derecho a la preeminente calificación de belleza que les es asignada entre las bellas de España. (There the pretty Malagueñas appear to the greatest advantage, and prove their right to that character for beauty which is assigned to them preeminently among the fair ones of the Spain, William Jackson Hooker)

que las deja en plena libertad de ostentar esa gracia natural, que, débase al clima, o a lo que se quiera, sólo poseen las hijas de la tierra de María Santísima…, El Guadalhorce

Las malagueñas se consideran como las mujeres más hermosas de la nación, Cuadros y Maravillas del Universo.

Los ojos negros de las señoras italianas y de las damas turcas están superados, de lejos, por los más suaves de Andalucía. (The black eyes of the Italian signoras and the Turkish dames, are far excelled by the softer ones of Andalusia. Sarah Haight.)

Cuando pasean por la Alameda, las malagueñas, a quienes nadie las supera, a menos que estén entre sus afamadas hermanas de Cádiz. Tuve abundantes oportunidades de compararlas con las mujeres de otros países. (As they walk upon the Alameda , the Malagueñas have no superiors, unless it be among their far-famed sisters of Cadiz. I had abundant opportunities of comparing them with the women of other countries, S.T. Wallis)

La provincia de Málaga tiene fama europea por sus producciones y por la sal que poseen sus mujeres, con privilegio a las de todas las demás provincias de España, esceptuando las de Cádiz,… José Díaz Valderrama.

… la gracia y el donaire que los viajeros atribuyen a las malagueñas de España. Manuel Ancizar.

… me acuerdo de que no os he hablado todavía de la más bella atracción de Málaga – de sus mujeres, que constituyen con las gaditanas (las mujeres de Cádiz), la aristocracia femenina de Andalucía que el dicho popular llama con justo título “el país de los buenos caballos y de las hermosas mujeres”, (… je me souvins que je ne vous avais pas encore parlé du plus bel attrait de Malaga – de ses femmes, qui constituent, avec les Gaditanes (les femmes de Cadix), l'aristocratie féminine de l'Andalousie que le dicton populaire appelle à juste titre “le pays des beaux chevaux et des belles femmes” – el país de buenos caballos y buenas mozas, Vassili Botkín)

ellas tienen un aire serio y apasionado que revela perfectamente su Oriente y que no poseen las madrileñas, las granadinas y las sevillanas, más lindas, más graciosas, más coquetas y siempre preocupadas por el efecto que ellas producen, (… elles ont un air sérieux et passioné qui sent tout à fait son Orient, et que ne possèdent pas les Madrilègnes, les Grenadines et les Sévillanes, plus mignonnes, plus gracieuses, plus coquettes, et toujours un peu preoccupées de l'effet qu'elles produisent, Théophile Gautier)

las malagueñas eran la obra maestra del Criador, y que jamás viera mujeres tan encantadoras, Francisco de Paula Mellado.

Menos severa que la granadina, menos coqueta que la sevillana y que la gaditana, la malagueña se distingue de las mujeres andaluzas… (moins sévère que la Grenadine, moins coquette que la Sévillane et que la Gaditane, la Malagueña se distingue des autres femmes andalouses, Gustave Doré/Baron Ch. Davillier)

Las malagueñas están consideradas ser las mujeres más bonitas de toda España. (The Malagueñas are considered to be the prettiest women in all Spain, Henry O'Shea)

Permítasenos antes de concluir, dedicar algunas líneas a nuestras bellas compatriotas [las malagueñas], las más hermosas entre las mujeres españolas, que son a su vez las mas hermosas del mundo, José Bisso.

Las damas malagueñas, consideradas las más bonitas de España y la viva expresión llena de gracia (The Malagueña ladies, considered the prettiest in Spain, and the living expression of gracefulness, Charles Bertram Black)

Las malagueñas tienen la reputación de ser las mujeres más guapas de España y ello no está inmerecido [The Malagueñas have the reputation of being the handsomest women in Spain, and it is nor undeserved, Margaret Thomas]

Nada puede exceder la completa gracia del vestido y el aire de una dama española; su andar es encantador, ni el paso largo de una inglesa, ni el salto de una francesa, tienen un andar y un paso propio ..… Las mujeres españolas son hermosas y las malagueñas están entre las más hermosas de las españolas –son hechiceras como ellas mismas se llaman, las brujas de Málaga. (Nothing can exceed the graceful dress and air of a Spanish lady; their walk is enchanting, neither the stride of an Englishwoman, nor the hop a Frenchwoman, it is a walk and a walk of their own. ….. The Spanish women are beautiful and the Malagese are among the most beautiful of these Spanish women –they are the hechiceras as they call themselves, the witches of Malaga , John Cotter Macdonnell)

Y en Málaga, para mí, las mujeres son más preciosas que en Sevilla, (And in Malaga, for me, the women are more lovely than in Seville, William Somerset Maugham)

Ciertamente, las mujeres de esta villa [Málaga] son las más bellas y las más amables del Reino de Granada y de Andalucía (Les femmes de cette ville [Malaga] sont bien certainement les plus belles et les plus aimables du Royaume de Grenade et d'Andalousie, General Bigarré)

Y he de celebrar siempre, ante todo y después de todo, el hechizo de la mujer malagueña, indudablemente la primera en hermosura en todo el reino de belleza que es la tierra de España. Rubén Darío.


Características comentadas

[Ronda] Su belleza y elegantes formas (Their beauty and elegant shapes, Francis Carter)

Las mujeres vivas, alegres, seductoras y llenas de gracias ….. Ellas, en general, están bien hechas, su piel es delicada, su talle esbelto, los trazos de su cara finos, sus ojos negros, vivos llenos de fuego; son amaneradas pero llenas de gracia. (les femmes vives, gaies, séduisantes et remplies de grâces, Alexandre de Laborde ….. Elles sont en général bien faites, leur peau est délicate, leur taille svelte, les traits de leur visage fins, leurs yeux noirs, vifs, pleins de feu; elles sont maniérées, mais remplies de grâces. Alexandre de Laborde)

Las hembras de Málaga son notables por tener un rico pelo negro o castaño, ojos hermosos y grandes de color avellana, frente fina, rasgos delicados, labios rojos, finos senos, un contorno delgado y flexible, piernas bien formadas, y pequeños pies. A tanta belleza, ellas añaden una libertad extraordinaria de modales. (The Malaga females are remarkable for having rich black or auburn hair, beautiful large hazel eyes, fine foreheads, delicate features, red lips, fine full bosoms, a slender supple shape, well formed legs, and small feet. To so much beauty, they add an extraordinary freedom of manners. Sir John Carr)

Pues las andaluzas están, puede ser, más orgullosas de la pequeñez de sus pies que de su encanto repartido por su cara. (Car les Andalouses sont peut-être plus fières de la petitesse de leurs pieds que du charme répandu sur leur figure, J. Taylor)

He comentado durante todo nuestro viaje desde San Roque, que las hembras, por lo general, son extremadamente bonitas, y muchas de ellas sorprendentemente hermosas. Al pasar por varios de los pueblos, apenas pude ver una cara femenina que no volviese involuntariamente la cabeza para verla una segunda vez y admirarla. (I have remarked during the whole of our journey from San Roque, that the females, generally speaking, are extremely pretty, and very many of them striking beautiful. In passing through several of the villages, I scarcely saw a female face that I did not involuntary turn to look upon a second time and to admire. Caroline W. Cushing)

Las mujeres andaluzas son notables por la gracia de sus formas, por sus expresivos, grandes y negros ojos y por sus pequeños y delicados pies (The Andalusian women are remarkable for the gracefulness of their forms, for their expressive, large, and black eyes, and for their small, delicate feet. The Penny Cyclopedia)

Ella podia haber visto unos veintidós veranos. Sus ojos brillantes, complexión aceitunada, formas bellamente redondeadas, y un pequeño pie. (She might have seen some twenty-two summers. Her sparkling eyes, rich olive complexion, beautifully rounded form, and well turned little foot. Scenes in Spain)

“Tienen las Malagueñitas,
la sal de Dios en los labios,
y en la punta de la lengua,
el azúcar, canela y clavo.

The girls of Malaga - sweet doves!
have a salt divine upon their lips,
and their tongues are cover'd at the tips
with sugar, cinnamon, and cloves!” (George Dennis)

El paseo público, o Alameda , está plantada de Melia azedarach, de Gleditschia y de adelfas; allí se encuentran algunos piés de esta Mimosa farnesiana, llamada aquí Carambuco, y con racimos de flores amarillas y olorosas que son tan queridas a las andaluzas, con las que ornan sus hermosos cabellos negros... (La promenade publique, ou alameda, est plantée de Melia azedarach, de Gleditschia et de lauriers roses; on y trouve aussi quelques pieds de ce Mimosa farnesiana, nommée ici Carambuco, et dont les houppes de fleurs jaunes et odorantes sont si chères aux Andalouses, qui en ornent leurs belles chevelures noires… Edmond Boissier).
[El carambuco está citado por Federico García Lorca, en “Doña Rosita o el lenguaje de las flores: “Son celos el carambuco / desdén esquivo la dalia”
También Boissier recoge una rondeña cantada por su acompañante del país, Antonio:
La retama en el campo
La pisa el caminante
A mi que soy mozuela
No me faltará el amante ]

Como bien pensáis, las damas buscan ávidamente estas solemnidades, pues saben que la mitad de la fiesta es para ellas. (Comme vous pensez bien, les dames recherchent avidement ces solennités, car elles savant que la moitié de la fête est pour elles. Charles Dembowski)

… y estaba totalmente justificado todo lo que antes nos habían dicho de los encantos de las bonitas Malagueñitas; ….. A propósito de las bellezas españolas, ví una de las criaturas jóvenes más bonitas que yo nunca haya visto jamás, como era la hija del propietario de esta casa, Teresa Ladanza. Tiene mucha suavidad en su semblante, que es la característica general de las mujeres de este país, poseyendo una expresiva modestia que proporcionan sus bonitos rasgos asaz cautivadores. Su figura es hermosa, alta y delgada, pero más armoniosamente proporcionada; teniendo una gracia natural y dignidad en todos sus movimientos, y un refinamiento en todo su aspecto, que podían ser trasladados a los salones más elegantes de París o Londres, ….. las damas con flores naturales en su pelo y mantillas de encaje. (…. and fully justified all that had previously been told us of the charms of the fair Malagueñitas; ….. Apropos to Spanish beauties, one of the prettiest young creatures I ever saw is the daughter of the proprietor of this house, Teresa Ladanza. There is more softness in her countenance than is the general characteristic of the women of this country, and it possesses a modesty of expression that renders her pretty features quite captivating. Her figure is beautiful, tall and slender, but most harmoniously proportioned; and there is a natural grace and dignity in all her movements, and a refinement in her whole appearance, that were she transplanted to the most elegant salons in Paris or London, ….. the ladies with natural flowers in their hair and lace mantillas, Isabella Romer)

Las damas, con sus mantillas y abanicos, generalmente hablando, son hermosas de pies pequeños y ojos negros: casi todas llevan una flor en su pelo ([Malaga] The ladies, with their mantillas and abanicos, or large fans, are generally speaking handsome, with small feet and dark eyes: almost all have a flower in their hair. Príncipe Adalbert de Prusia)

…. Bellas de Málaga, estas son consideradas “muy finas”, o muy exquisitas, con su elegante mantilla de encaje puesta sobre lo alto de su cabeza para captar más miradas perdidas, (… belles of Malaga, the latter being considered “muy finas”, or very exquisite, with their elegant mantilla of lace drawn over the top of the head, so as to heighten the glances of a somewhat roving eye, William Henry Bartlett)

Las hijas de Málaga son famosas por sus gracias y pueden ser vistas en todo su esplendor en las tardes agradables, cuando todo el mundo se reúne en la Alameda con el propósito de dar su paseo diario. La escena que aparece estimula simultáneamente la mente y la belleza para la vista. (The daughters of Malaga are famed for their graces, and may be seen in all their splendour upon pleasant afternoons, when it is customary for tout le monde to assemble upon the Alameda for the purpose of taking their daily promenade. The scene which is presented is both stimulating to the mind and beautiful to the eye. John Esaias Warren)

Y una delicada y oval cara, muy pequeña, como la cabeza de una cierva y con los ojos de gacela y los labios escarlatas para hacer juego con la pequeña rosa puesta en el pelo (and a delicate, oval face, very small, stag-like head, gazelle-like eyes, and lips of scarlet to match the little rose in the hair, Lady Emmeline Stuart Wortley)

Pero la característica esencial del tipo femenino andaluz reside en una gracia perfectamente original, por lo que yo sé, en lo que los andaluces llaman con su significativa palabra sal, y en consecuencia las mujeres son la sal del mundo. Con esta palabra el andaluz entiende lo que hace seductora a la mujer: además de su belleza, su espíritu, la ligereza de su paso, la gracia algo osada de sus gestos, simple, inocente y provocante a la vez, que es privilegio de las mujeres de Cádiz y de Málaga …. El paseo de la tarde es tan indispensable para las mujeres de aquí como el aire y el agua. Saben que es allí donde pueden revelar mejor la gracia de sus movimientos – su sal. De verdad, su paso revela más que esconde de las formas plásticas del talle y del seno ….. (Mais la caractéristique essentielle du type féminin andalou réside en une grâce parfaitement originale, en ce je ne sais quoi que les Andalous appellent de leur mot significatif sal (le sel), et par suite les femmes sont la sal del mundo (le sel de la terre). Par ce mot l'Andalou entend tout ce qui rend la femme séduisante: outre sa beauté, son esprit, la légèreté de sa démarche, la grâce quelque peu hardie de ses gestes, simple, naïve et provocante à la fois, qui est l'apanage des femmes de Cadix et de Malaga ….. La promenade du soir est aussi indispensable pour les femmes d'ici que l'air et l'eau. Elles savent que c'est là qu'elles peuvent le mieux révéler la grâce de leurs mouvements – leur sel. En vérité, leur démarche légère, lente et balancée, cette mantille dont la transparence révèle plus qu'elle ne cache les formes plastiques de la taille et du sein, Vasili Botkín)

La mantilla andaluza, los vestidos negros y la flor natural coquetamente colocada en los cabellos, forman la compostura de las mujeres ([Ronda] La mantille andalouse, les vêtements noirs et la fleur naturelle coquettement placée dans les cheveux, composent la toilette des femmes. Anatole de Démidoff)

La malagueña se distingue de las otras mujeres andaluzas por un tinte más ambarino, por unos trazos más regulares, pero no menos expresivos; de cejas espesas y bien delineadas, pestañas largas y bien provistas dan a sus ojos negros una profundidad y un encanto al que no se podría resistir; ellas saben de maravilla, que con una simple flor, una dalia roja o blanca graciosamente puesta tras la oreja, hacer resaltar la belleza de sus cabellos de un negro azulado como el ala de un cuervo ….. Cualquiera que sea el lenguaje de los andaluces, vivo, chispeante, coloreado, lleno de imágenes es encantador en la boca de una mujer: es como un reflejo del hermoso sol y del cielo siempre azul de Andalucía, (la Malagueña se distingue des autres femmes andalouses par un teint plus ambré, par des traits plus réguliers, mais non moins expressifs; des sourcils épais et bien dessinés, des cils longs et fournis donnent à leurs yeux noirs une profondeur et un charme qu'on ne saurait rendre; elles savent à merveille, avec une simple fleur, un dahlia rouge ou blanc gracieusement posé derrière l'oreille, faire ressortir la beauté de leurs cheveux d'un noir bleu comme l'aile d'un corbeau …. Quoi qu'il en soit, le langage des Andalous, vif, petillant, coloré, plein d'images, est charmant dans la bouche d'une femme: c'est comme un reflet du beau soleil et du ciel toujours bleu de l'Andalousie. (Gustave Doré – Baron Ch. Davillier)

Por la tarde fuimos a pasear por la Alameda, es decir, el gran paseo de la ciudad, donde las mujeres son tan adorablemente bellas bajo sus mantillas negras (Le soir, nous allâmes nous promener sur l'Alameda, c'est-à-dire la grande promenade de la ville, où les femmes sont si adorablement belles sous leurs mantilles noires. Emile Carrey)

Las mujeres son bellas y graciosas; las malagueñas tienen una tez encantadora, formas elegantes, un contorno seductor; su cabeza está adornada con una magnífica y abundante cabellera, a la cual sólo hay que adornarla con una peineta coquetamente colocada y una mantilla que acompañe de forma encantadora esta cabeza bien colocada y un cuello tan perfectamente delineado. Unos pies de una rara pequeñez, calzados con mucho gusto apenas cubierto por el zapato, completan este rápido esquema de una de las más preciosas variedades de la especie femenina en España. (Les femmes sont belles et gracieuses; les Malagueñas ont un teint charmant, des formes élégantes, une tournure séduisante; leur tête est parée d'une magnifique et abondante chevelure, à laquelle il ne faut d'autre ornement qu'un peigne coquettement placé, et une mantille qui accompagne d'une façon charmante cette tête bien posée et ce cou si parfaitement dessiné. Des pieds d'une rare petitesse, chaussées avec beaucoup de goût, à peine couverts par le soulier, complètent cette rapide esquisse de l'une des plus précieuses varietés de l'espèce féminine en Espagne. Germond de Lavigne)

Ellas tienen unos finos ojos y dentadura y un pelo abundante; y cubriéndose con la mantilla con flores frescas en el pelo, ellas sólo pueden ser atractivas (They have fine eyes and teeth, and luxuriant hair; and as long as they continue to wear the mantilla with fresh flowers in their hair, they cannot but be attractive. Henry Blackburn)

Las bellas malagueñas pasean allí sus pequeños piés; la mantilla colocada al azar, deja chispear una sonrisa; la mirada suave, cándida, maligna, coqueta, puede escoger como Vd pueda, se desliza hacia vosotros y os acaricia el corazón. Si la joven os parece Jolie (bonita), decid que es bonita, si os gusta añadidle muy muy bonita, si su belleza se sale de lo común y no sé que clase de encantamiento hace con su brujería, murmurad ¡preciosa! No se puede pedir más. (les belles Malagènes y promènent leurs petits pieds; la mantille, posée au hazard, laisse étinceler le sourire; le regard suave, candide, malin, coquet, arrangez cela comme vous pourrez, glisse vers vous et vous caresse le coeur. Si la jeune fille vous paraît Jolie, dites qu'elle est: bonita; si elle vous plaît, ajoutez le muy: muy bonita; si sa beauté sort du pair, et que je ne sais quel enchantement y mette sa sorcellerie, murmurez: preciosa! On ne peut rien vous demander de plus. Valerie Boissier)

Sobre su cabellera, destacan aquellas que citan su pelo negro azulado como el del ala de un cuervo :

Conoce de maravilla, con una simple flor, una dalia roja o blanca graciosamente colocada tras la oreja, hacer resaltar la belleza de sus cabellos de un negro azul como el ala de un cuervo (…elle sait à merveille, avec une simple fleur, un dahlia rouge ou blanc gracieusament posé derrière l'oreille, faire ressortir la beauté de ses cheveux d'un noir bleu comme l'aile d'un corbeau. Baron Ch. Davillier).

Soledad es una criatura bellísima, con ojos de azabache, pelo de color de ala de cuervo, labios de cereza, dientes de arroz con leche… (Salvador López Guijarro).

Nadie mejor que ellas, saben colocar, en los cabellos de un negro ébano de reflejos azulados, un clavel escarlata o una rosa de espuma (personne ne sait comme elles, planter dans les cheveux d'un noir d'ébène aux reflets bleuâtres, l'oeillet écarlate ou la rose mousseuse. G. de Saint-Victor).

[Málaga] En la población se notaba el encanto y la vivacidad de sus mujeres (The town was noted for the charm and sprightliness of its women. Claude G. Bower)

 

Referencias a la ascendencia árabe de las malagueñas

La peculiar palidez, que caracteriza la complexion española en general, que he visto raramente en estas regiones, en donde hay tan gran mezcla de la forma mora de sus facciones, tan bien como el color del cutis, (The peculiar paleness, which characterizes the Spanish complexion generally, I very rarely observed in these regions, where there is so great a mixture of the Moorish cast of feature, as well as color of the skin. (Caroline W. Cushing)

La Dama morena, con sus ojos moros (the dark-browed Dama, with her Moorish eyes; Isabella Romer)

Las malagueñas, debo decirlo, son notables para mí por su gracia y gentileza, como la particular belleza de las facciones, aunque no es raro captar vistas entre ellas, de un radiante tipo árabe, (The Malagueñas, I am bound to say, appeared remarkable to me rather for their grace, and gentle, feminine bearing, than any peculiar beauty of feature, although it is by no means rare to catch glimpses among them of the radiant Arab type. S.T.Wallis)

¿Qué otros cuerpos, en efecto, podrían realizar estas danzas populares andaluzas donde danzan no sólo los piés, sino todo el cuerpo entero, donde la espalda se curva como una ola, donde el talle se curva como una serpiente, donde las espaldas tocan casi la tierra, donde, en las poses lánguidas durante las cuales las manos debilitadas parecen incapaces de tocar las castañuelas, le siguen de repente los saltos de un tigre acorralado? La más preciosa herencia que hayan dejado los moros a su querida Andalucía es este extraordinario tipo de mujer. (Quels autres corps en effet pourraient effectuer ces danses populaires andalouses où dansent non pas les pieds, mais le corps tout entier, où le dos s'incurve comme une vague, où la taille renversée se camber comme un serpent, où les épaules touchent presque terre, où, aux poses langoureuses pendant lesquelles les mains affaiblies ont l'air d'être incapables de jouer des castagnettes, succèdent soudain les bonds d'un tigre agacé? Le plus précieux héritage qu'aient laissé les Maures à leur chère Andalousie est cet extraordinaire type de femme. Vasili Botkín)

La finura de su nariz y el brillo de sus ojos árabes, que podría creerse teñidos de alheña [henna], … No sé si se debe atribuir este efecto a los pliegues severos del paño rojo que encuadra sus caras, ellas tienen un aire serio y apasionado que revela perfectamente su Oriente (la finesse de son nez et l'éclat de ses yeux arabes, qu'on pourrait croire teints de henné… Je ne sais si l'on doit attribuer cet effet aux plis sévères de la draperie rouge qui encadre leurs figures, elles ont un air sérieux et passioné qui sent tout à fait son Orient, Théophile Gautier)

Su alameda está bien y vale la pena visitarla aunque sea para ver como la mujer andaluza puede hablar. Su paso parece haber sido tomado del árabe. Es lento y majestuoso, pero con tal facilidad, que hace de esto, una gracia perfecta. (Its alameda is good, and is worth visiting, if but to see how the Andalusian woman can talk. Her step she would seem to have borrowed from the Arab. It is slow and stately, but with an ease which makes it the perfection of grace. James Aitken Wylie)

La malagueña es sultana u odalisca. O impera con la mirada, o halaga con la sonrisa. Hay cuerpos que van rítmicamente andando con manera tal, que la [vera] incessu patuit dea* os sale de los labios. Hay ojos malagueños que son inmensos, y en su inmensidad está todo el cielo y todo el mar y todo el amor, junto con la inmensa voluptuosidad. Este es don particular de la hembra de aquí, como saturada del perfume de la ilusión moruna del mahometano paraíso. Son las anticipadas huríes. Y como a sus abuelas les impuso el catolicismo la devoción, hay de ellas una inquietante mezcla de ángeles católicos y zoraidas sarracenas. Rubén Darío.

* Versos de la Eneida de Virgilio, La verdadera diosa se revela con su andar

Abanicos y abaniqueo

Verdaderamente es muy descriptivo y gráfico el comentario que hace Benjamín Disraeli sobre la maestría de que sabe hacer gala, una dama española con su abanico al utilizarlo de forma táctica. Puede desplegarlo de forma pomposa como si se tratase del pájaro de Juno (pavo real), con un aleteo dado por una belleza displicente o con toda la vivacidad de una vivaracha. Lo retrata con un adecuado ritmo:

Ahora, en medio de un gran tornado, lo cierra de golpe lo cual te introduce en la escena. ¡Pum! En medio de tu confusion Dolores te da un golpe en el codo, te giras para atenderla, y Catalina te empuja a tu lado. ¡Es un instrumento mágico! (Now, in the midst of a very tornado, she closes it with a whirr which makes you start. Pop! In the midst of your confusion, Dolores taps you on your elbow; you turn round to listen, and Catalina pokes you in your side. Magical instrument!).

También el capitán C. Rochfort Scott, militar que estaba de guarnición en Gibraltar, alerta de su uso:

… la morena y voluptuosa malagueña, con afectado paso, se confunde con la multitud, no equivocándose al demostrar su habilidad enviando señales a sus diferentes conocidos con el abanico. El extranjero, que sigue con ojos admirados, el gracioso movimiento de su abaniqueo, poco puede sospechar de que, él mismo, es el objeto de las telegráficas comunicaciones (… and the dark voluptuous Malagueña, as, with mincing step, she threads the motley throng, fails not to display her skill in fanning signals to her various acquaintances. The stranger, whilst following, with admiring eyes, the graceful movements of the fluttering parchment, little suspects that he is himself the subject matter of its telegraphic communications)

Isabella Romer, también incide en el mensaje lanzado a distancia por el manejo de los abanicos:

… el brillo de los amplios abanicos abiertos, que las mujeres españolas manejan con una gracia y una peculiar destreza exclusiva de ellas, examinando todas las evoluciones que realizan moviendo el Abanico, hacen de ello una ciencia – un sistema regular de comunicación telegráfica – creando, con una coquetería despreocupada, un mensaje picaresco para las agitadas miradas de sus brillantes ojos. (… the glitter of the large outspread fans which Spanish women manage with a grace and dexterity peculiar to themselves, going through all the evolutions that have made the exercise of the Abanico a science with them – a regular system of telegraphic communication – with a nonchalant coquetry that formed a piquant text to the restless glances of their bright eyes.)

El ruso Vassili Botkín también descubre la singularidad de su manejo:

… este juego rápido y evasivo del abanico, tras del cual les gusta mucho poner su mirada penetrante, esta audacia y esta desenvoltura de los gestos, actuando de tal forma que todo esto resulte del modo más singular, más cautivador, (… ce jeu rapide et évasif de l'éventail, derrière lequel elles aiment le plus jeter leur regard pénétrant, cette audace et cette aisance dans les gestes, tout cela agit sur vous de la façon la plus singulière, la plus captivante)

El inglés William Harry Bartlett dice que la dama y su abanico parecen ser una única cosa, bastante potente cuando es manejado por una española:

… y agitando coquetamente el abanico, que parece formar parte de la misma criatura, compartiendo y dando expresión a la sombra de sus emociones - un instrumento de maravillosa potencia cuando está manejado por una dama española, pero bastante inofensivo en otras manos, (and the restless coquettish fan, which seems a part of the fair creature herself, and to share in and give expression to every shade of her emotions - an instrument of marvellous potency when wielded by a Spanish lady, but harmless enough in other hands.)

G.A. Hoskins hace un completo análisis diciendo que es una varita mágica pues le permite expresar pensamientos sin hablar y poder hacerlo a distancia, si fuese necesario :

Toda mujer tiene su abanico, su elocuente abanico, que a menudo dice más de lo que ella se atrevería a expresar, aunque las mujeres españolas no sean muy particulares en lo que ellas dicen. Esto requiere más experiencia que la mía para explicar su misterio. Una mujer andaluza podría añadir esta ventaja sobre el órgano natural del habla, ya que el abanico puede transportar su pensamiento a una mayor distancia. A un amigo querido, a lo lejos del final del paseo público, se le saluda y anima mediante un movimiento rápido y trémulo del abanico, acompañado de algunos movimientos de cabeza significativos. A uno indiferente se le despide con una inclinación lenta, formal del abanico, lo que hace que su sangre se enfríe; el abanico ahora protege de la risa tonta y el susurro; condensando ahora una risa en los ojos oscuros y brillantes, colocándolos justamente por encima de él. Con un golpe suave del abanico se llama la atención al que no está atento; con un movimiento agitado se llama al que está alejado; un cierto giro entre los dedos trasluce duda o ansiedad; un cierre rápido o mostrar sus pliegues, indican impaciencia o alegría. En perfecta combinación con los rasgos expresivos de las mujeres andaluzas, el abanico es una varita mágica, cuyo poder es más fácil ver que describir. (Every woman has her fan, her eloquent fan, which often says more than she would dare to utter, though Spanish women are not very particular in what they say. It requires more experience than mine to explain its mystery. An Andalusian woman might has this advantage over the natural organ of speech, that it conveys thought to a greater distance. A dear friend at the furthest end of the public walk is greeted and cheered up by a quick tremulous motion of the fan, accompanied with several significant nods. An object of indifference is dismissed with a slow, formal inclination of the fan, which makes his blood run cold; the fan now screens the titter and whisper; now condenses a smile into the dark sparkling eyes, which take their aim just above it. A gentle tap of the fan commands the attention of the careless; a waving motion calls the distant; a certain twirl between the fingers betrays doubt or anxiety; a quick closing or displaying the folds indicates eagerness or joy. In perfect combination with the expressive features of the Andalusian women, the fan is a magic wand, whose power is more easily felt than described.)

Alexis de Garaudé señala que se le ha sabido dar un lenguaje:

Sin olvidar el abanico al que han sabido dar un lenguaje inteligible (tal como el de las flores en Oriente) para expresar lo que pueden sentir de amor, de celos, de desdén y de impaciencia (sans oublier l' abanico auquel elles ont su donner un langage intelligible (tel que celui des fleurs en Orient) pour exprimer ce qu'elles peuvent ressentir d'amour, de jalousie, de dédain et d'impatience.)

En cuanto a C. W. March dice que es innata como la poesía y que su acción está llena de gracia:

En cuanto al abanico, su dominio, como la poesía, debe ser innato: esto se adquiere con la naturaleza, y reta al arte. La acción rápida y con toda la gracia del brazo al colocarse la mantilla o la coquetería del abanico, es una inspiración, y, con la poesía de su caminar, revela el alma secreta de la armonía. Una andaluza en movimiento deja atrás el elogio. (As to the fan, its mastery, like poetry, must be born with one: it comes by nature, and defies art. The rapid, yet graceful action on the arm, in adjusting the mantilla or coquetting the fan, is an inspiration, and, with to equal poetry of the step, reveals the secret soul of harmony. An Andalusienne in motion leaves encomium lagging behind.)

Estas otras referencias, aunque breves, son de gran significación:

…las bonitas mujeres usaban sus abanicos de la forma más fascinante. (… the pretty women were using their fans most bewitching). (John Overton Choules)

Los abanicos resonaban y los ojos relampagueaban. (Anders Robert von Kraemer)

… sacudiendo con una gracia inimitable el abanico de ébano, de nácar o de sándalo con graciosos adornos y ricos paisajes. ( José M. Samper)

Ellas agitaron, con su gracia peculiar, sus abanicos oscuros, adornados con lentejuelas. (They waved, with peculiar grace, their dark, spangled fans) (Hans Christian Andersen)

El flirteo de sus inteligentes abanicos (The flirting of their intelligent fans) (John Hay)

 

Voces discordantes

Lady Louisa Mary Anne Tenison (1819 - Dublín, 1882). Viajó por Damasco, Jerusalem, El Cairo y Estambul, acompañando a su marido; escribió el libro Sketches in the East (Londres, 1846) refiriendo sus impresiones. Posteriormente lo hizo por España en 1850-1852, escribiendo sobre este viaje su libro: Castile and Andalucia (Londres, 1853), por el que es más conocida. Fue conocida con el sobrenombre de “Lady Loo”, el cual se ha convertido en el sinónimo con el que, los ingleses se excusan para ir al baño, cuando su necesidad es indelegable. Su apreciación sobre las españolas discrepa de la generalidad de escritores, afirmando que los poetas y viajeros tenían en su mente la idea preconcebida de su belleza, lo cual era una mera ilusión, una de las cuales en las que, bastante gente, se complace en sus ensoñaciones sobre España.

Sé que puedo ser acusada de insensibilidad y falta de gusto, cuando debo confesar que mi primera decepción en mi primer desembarco en España, fue la casi total ausencia de belleza entre las mujeres españolas . …. Aunque todavía no haya descubierto la belleza de las mujeres españolas, debo decir que las malagueñas tienen el título, en todo lo que de verdad hay, de disputar la palma a las habitantes de cualquier otra ciudad que hemos visitado. Hay algunas caras muy bonitas y muy características de la fisonomía española. Son generalmente muy morenas y casi todas tienen aquella frente, de proyección peculiar, que le da a la cara un verdadero carácter suyo ….. Nuestra primera visita al teatro de Málaga confirmó mis impresiones de las exageradas consideraciones dadas generalmente a la belleza española (I know that I shall be accused of insensibility and want of taste, when I confess that my first disappointment on landing in Spain , was the almost total absence of beauty amongst the Spanish women ….. Although I have not yet discovered the beauty of Spanish women, I must say that the Malaguenians are fairly entitled, in all that does exist, to dispute the palm with the inhabitants of any other town we have visited. There are some very pretty faces, and very characteristic of the Spanish countenance. They are generally very dark, and almost all have that peculiar projecting brow which gives to the face quite a character of its own .….. Our first visit to the theatre at Malaga confirmed my impressions of the exaggerated accounts generally given of Spanish beauty. Castile and Andalucia, Lady Louisa Tenison )

Quizás Lady Tenison fuese vanidosa y no soportase que hubiesen mujeres más hermosas que ella, padeciendo del síndrome de la Reina Grimhilde, la madrastra de Blancanieves, cuando le preguntaba a su espejo, mirándose en él: “Dime espejito, espejito mágico: ¿hay alguna mujer más bella que yo en este reino? ¿Acaso se podrían calificar sus palabras como envenadas, al igual que la manzana del cuento?

En contra del criterio de Lady Loo ya conocemos las previas consideraciones de M. Bory de Saint-Vincent sobre la extensión de la belleza en la población femenina de Málaga, en que relata que, ochenta mujeres que asistían a un baile, excepto tres de ellas, eran bellas o lo habían sido (“In a ball given for the city by Marshall Soult, I was able to check that, among eighty women there, ten were of a perfection would be amazing in any city in the world; twenty more were outstandingly beautiful; thirty extremely graceful and pretty; thirty extremely graceful and pretty, and the rest varied between graceful and beautiful. I did not meet more than three ladies who did not come up to this standard, and they were not entirely Spanish”). Contrasta esta absoluta concentración numérica de bellezas con lo que la augusta escritora inglesa Jane Austen, en su novela Persuasión, narrando la extrema fealdad de las mujeres de la ciudad inglesa de Bath, en la que, por boca de un personaje, dice que, estando en un establecimiento, contó hasta ochenta y siete mujeres seguidas, sin encontrar ninguna agraciada. Por cierto, Bath, condado de Somerset, forma parte del Patrimonio de la Humanidad, a cuya consecución no habrán colaborado, con toda probabilidad, el aspecto de sus espantajos (frights) de mujeres, según la impresión recogida, pero indiscutible, por ser de Jane Austen:
… se decía que que era una mujer extraordinariamente bella, hermosa. “Tenía deseos de verla. El esperaba que sería un contrapeso por las feas caras que continuamente veía en la calle. Lo peor de Bath era el número de mujeres feas, fuera de toda proporción. Con frecuencia había observado en sus paseos que una bella era seguida por treinta o treinta y cinco espantajos; y en cierta ocasión, encontrándose en una tienda de Bond Street había contado ochenta y siete mujeres, una tras otra, sin encontrar un rostro aceptable entre ellas. Claro que había sido una mañana helada, de un frío agudo del que sólo una mujer entre treinta hubiera podido soportar. Pero de todos modos, había una horrible multitud de mujeres feas en Bath. (… she was said to be an excessively pretty woman, beautiful. “He longed to see her. He hoped she might make some amends for the many very plain faces he was continually passing in the streets. The worst of Bath was, the number of its women plain was out of all proportion. He had frequently observed, as he walked, that one handsome face would be followed by thirty, or five and thirty frights; and once, as he had stood in a shop in Bond-street, he had counted eighty-seven women go by, one after another, without there being a tolerable face among them. It had been a frosty morning, to be sure, a sharp frost, which hardly one woman in a thousand could stand the test of. But still, there certainly were a dreadful multitude of ugly women in Bath . Jane Austen, Persuasion, chapter 15 )

Independientemente de todo esto, recomiendo, sin reservas, pasar ratos muy agradables, con la lectura de las obras de Jane Austen: Orgullo y prejuicio (Pride and Prejudice), Persuasión (Persuasion), Sentido y sensibilidad (Sense and sensibility) Todas ellas llevadas a la pantalla con éxito.

William Connor Magee , (Cork, Irlanda, 1821 – 1891), fue obispo anglicano de Peterborough (1868 - 1891) y arzobispo de York (1891). De joven estuvo dos años en Málaga-Ronda para curarse de tuberculosis. No estamos muy acostumbrados a que una alta jerarquía eclesiástica publique sus observaciones sobre las mujeres, pero quizás, por su estado y lacerante enfermedad, no pudo haber alcanzado una ni apreciarlas en lo más mínimo:
Mi conocimiento progresivo de la lengua, lamentablemente, me ha desencantado con respecto a las damas españolas. Ellas son bonitas y llenas de gracia para ser admiradas, pero esto es todo; una vez que ellas abren sus bocas el encanto se rompe. Ellas tienen voces sumamente chillonas y vulgares. Aún no he encontrado a una mujer española con una voz dulce, y sus mentes son tan vulgares como sus voces - ignorantes, frívolas, incultas, sin una idea más allá de su abanico, su mozo - su amante …. ¡Qué contraste con nuestras bien educadas, elegantes, gentiles, sensibles mujeres inglesas o irlandesas! (My increasing knowledge of the language has sadly disenchanted me with respect to the Spanish ladies. They are pretty and graceful to look at, but that is all; once they open their mouths the charm is broken. They have extremely harsh coarse voices. I have not yet met with a Spanish woman with a sweet voice, and their minds are as coarse as their voices –ignorant, frivolous, uneducated, without an idea beyond their fan, their mozo- their lover ….. What contrast to our well bred, elegant, lady-like, gentle, sensible English or Irish women!, The life and correspondance of William Connor Magee, John Cotter Macdonnell, London, 1896)

Otros personajes como: Elizabeth Mary Grosvenor, P. Menière, Reinhold Baumstark, Alfred Elwes, siguen esta línea de no aprecio.

 

F. J. Albertos

Para saber más, consultar:
-Vol. 56, LAS MALAGUEÑAS. Obra maestra del Creador. [2010]