|
DON JUAN PRIM Y PRATS (Reus, 1814 – Madrid, 1870)
En dos ocasiones está bien documentada la estancia del general Prim en Estepona, en los años 1841 y 1859.
Año 1841
Siendo coronel del ejército fue nombrado Subinspector de Carabineros de Andalucía para tratar de atajar el escandaloso contrabando que se hacía a gran escala y en un amplio radio de acción, desde Gibraltar. Autores indican que esto fue una tapadera, que la verdadera comisión era vigilar al general Narváez que se encontraba exilado en el Peñón.
Se conocen cartas expedidas por Prim, en Estepona, fechadas en octubre / noviembre.
Fue objeto de una sublevación del pueblo, cuando quiso realizar registros en unas casas sospechosas de almacenar objetos de contrabando. Según dice el mismo Prim, no fue auxiliado por el alcalde primero, Agustín Lozano, ni por el segundo, Juan Chacón, ni por la Milicia Nacional de la población. En las Actas Capitulares de Estepona de 1841, no aparece reflejada ninguna cita sobre este asunto.
Año 1859
España declaró la guerra a Marruecos en este año. Prim pasó por Estepona, con destino a Algeciras, a finales de noviembre de 1859, y, según señala Ildefonso Lozano Partal, fue recibido en la Punta de la Plata, por una comisión del Ayuntamiento, que presidía su suegro, Miguel Aragón.
En esta guerra estuvo el ejército expedicionario mal equipado y mal instruido. El 60% de los 8.000 muertos españoles fue debido al cólera.
1863-1873, La Batalla de Tetuán (1860), Mariano Fortuny
Año 1868
Ildefonso Lozano señala que Prim estuvo una tercera vez en Estepona y que fue trasladado por su padre en una barca a Gibraltar, cuando se culminó la revolución de la Revolución de Septiembre contra la monarquía de Isabel II. Esta estancia señalada por Lozano, no la he podido contrastar con ningún otro autor.
[Apéndice documental]
De la Influencia del Sistema Prohivitivo en la Agricultura, Industria, Comercio y Rentas Públicas
Manuel de Marliani
Madrid, 1842
El Inspector de carabineros D. Juan Prim, dió cuenta al Gobierno y a la Direccion en 22 de noviembre de 1841 de que habiendo intentado hacer un reconocimiento en el pueblo de Estepona, provincia de Málaga, donde por confidencia sabia ecsistir porcion considerable de jéneros de contrabando, entró con alguna fuerza del ejército y carabineros: mandó cercar las casas sospechosas, y avisó al Alcalde 2º constitucional para que le acompañase a verificar el rejistro. A poco rato se presentó dicho Alcalde, el cual a instancia del Inspector se dirijió a disolver varios grupos de paisanos que se habian reunido y se presentaban hostiles a dicha fuerza. Transcurrido otro corto rato, se presentó el Alcalde 1º a tiempo que se oian algunos disparos dentro de la poblacion, y dijo que el pueblo se encontraba en completa alarma: que desde luego dejaba su autoridad en aquel momento y que no respondia de las consecuencias que pudiera haber si la fuerza de carabineros permanecia mas tiempo en el pueblo.
Cuando esto pasaba, ya se habian posesionado de una eminencia ventajosamente situada, como 200 hombres armados y dispuestos a batirse; llegando en ese mismo momento un carabinero a quien habian herido el caballo de un trabucazo en medio de la calle. Vista esta situacion por el Inspector, dispuso retirar la fuerza, como asi lo hizo en efecto, despues que vió que ni los Alcaldes, ni los nacionales respondieron al ausilio que les pidió en nombre de la Ley, del Rejente y de la Nacion.
[Este mismo artículo fue publicado en francés, en La Revue Indépendante , París, 1844. Y en inglés, en The Eclectic Magazine of Foreign Literature, Science, and Art . New York and Philadelphia , 1845.]
Observaciones a la Comisión de presupuestos del Congreso, 07.12.1869
Pablo Moreira y Benito de Isla
El Correo Militar, Madrid, 1870
¿Qué tiene de particular, continúa, que a un Subteniente o Teniente de Carabineros que va con 15 ó 20 hombres le suceda cualquier cosa, si a mí [Juan Prim] me sucedió siendo un delegado particular del Gobierno, un Jefe del Ejército y un representante de la nación? Pues sí, señores, a mí se me sublevó también un pueblo, y me hizo armas luego que se supo que iba a reconocer las casas de cuatro contrabandistas que estaban llenas de géneros, y este insigne pueblo fue Estepona. Estepona, que lo tengo grabado en mi corazón, y que con dificultad se me borrará. Estepona volvió las armas contra mí para defender intereses tan malamente adquiridos, cuando no supo volverlas contra la facción de Gómez en defensa de la libertad.
PRIM
Benito Pérez Galdós
Episodios Nacionales, 39
Santander / Madrid, 1906
Cap. III
-Pues le contaré –dijo Milmarcos por amenizar la caminata, ya que no podía satisfacer su curiosidad-, le contaré que servía yo en el regimiento del Príncipe, número 3 de línea, y yendo de Málaga a Estepona con el regimiento de Cuenca número 27, el general Prim pidió veinte hombres para su escolta, los cuales no eran sorteados, sino que voluntariamente y de su motopropio pasaban a formarla. Yo fui de los que se ofrecieron para la escolta, porque no miraba nunca el peligro, sino a la gloria. De Estepona fuimos a Algeciras, y allí embarcamos para Ceuta. Total: que por ser de la escolta, estuve al lado del general en toda la campaña hasta el 4 de febrero, en que una judía bala me dejó el pié como las grullas.
© F. J. Albertos
Para saber más, consultar:
-Vol. 5, El Levante y el Poniente. [1999]
-Vol. 8, El Levante y el Poniente. [2007]
-Vol. 9, El Levante y el Poniente. [2009]
-Tropología moralista, Ildefonso Lozano. [1999]
-La moral en acción, Ildefonso Lozano. [1999]
|
|