Biografía de Anna Rubio Contreras (1919-2001)
Anna Rubio Contreras nació el 5 de Septiembre de 1919 en un pueblo muy pequeño llamado “Town of Yolo”, (en el año 2022, la población de Yolo era solo de 319 habitantes), en el condado de Yolo y murió en Davis, en 20 de Noviembre de 2001, ambas son poblaciones de California. La familia de Anna estaba trabajando y recogiendo cosechas de ciruelas. Hija de Antonio Rubio de los Ríos, de Jubrique, Málaga, y de Ana Contreras Jiménez de Estepona, Málaga. Cuando Anna nació ya habían pasado cinco años desde que marcharon del Territorio de Hawaii, adonde habían emigrado desde Estepona, y se habían situado en el pueblo de Winters, California. Sin embargo, ellos eran “trabajadores emigrantes”. Seguían las cosechas del campo de pueblo en pueblo. Los niños durante el verano también trabajaban junto con sus padres. Anna era una de los quince hijos del matrimonio. (Ya después, en 1938, la ley no permitía trabajar a los niños menores de dieciséis años). Anna asistía a la escuela llamada “Apricot School” en Winters, en aquel tiempo era una escuela con solo un aula, para los niños de varios grados, todos eran enseñados por la misma maestra. Una anécdota de consideración: en el año 1966 cuando mi madre quiso comprobar que ella había nacido y vivido en los Estados Unidos, visitaron el consulado americano en Sevilla (para entonces mi madre no tenia el pasaporte del año 1936) mi madre presentó su boletín de calificaciones, además yo oí a mi madre hablar en inglés en el consulado. Nota de consideración: Mi tía-abuela Antonia Contreras Jiménez (Rojo) mediante una declaración jurada declaró que ella vio nacer a mi madre el día 5 de Septiembre del 1919. Anna casó con Juan Garín Gil el 17 de Abril del 1942, a la edad de veintitrés años, una semana después de que su madre Ana Contreras Jimenez hubiese fallecido. Anna vivió en la Calle Portada n.º 1 de Estepona, en lo que era conocido por “la viña de Garín”, durante veinticinco años, hasta que regresó al país de su nacimiento. Anna aprendió a cocinar de su suegro Juan Garín Valenzuela quien había pasado varios años en una hacienda en Argentina como Chef. Hoy día, esos platillos que mi madre cocinaba, me ayudan a recordar mis propias raíces y la cultura de mi tierra. Javier, gracias por acordarte de mi madre. No tienes idea lo que esto significa para mi. Te lo agradezco mil veces. Gracias siempre por tu trabajo, rezo por tu bienestar y salud, espero que continúes siendo bendecido con tantas bendiciones que no tengas sitio donde ponerlas. Espero que ya estés mejor de la cadera, yo tengo artritis en la derecha y a veces paso malos ratos. Un abrazo de tu amiga. María del Carmen Garín Rubio,
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